Hace unos días o unos “post” escribía sobre la necesidad de un mayor compromiso por parte de los bancos de tiempo para estos tiempos de crisis; evidentemente también comentaba que los bancos de tiempo son valiosas herramientas de conciliación y de reconstrucción del tejido social, llegando en todo caso a soluciones frágiles y parciales para muchos que lo que necesitan es poder en primer lugar pagar todas sus deudas para que por ejemplo no le embarguen su casa, o bien simplemente necesitan lo imprescindible para comer y para poder llevar una vida digna. No obstante, el solo hecho de poder facilitar a desempleados la posibilidad de poder ser útiles a los demás es suficiente para considerar a los bancos de tiempo como una iniciativa insustituible para poder desarrollar fórmulas de ayuda mutua y de autoestima, es más, pueden incluso ir más allá y convertirse por iniciativa de sus promotores en experiencias más comprometidas y más cercanas al trueque y a las monedas sociales, como ha sucedido en otros países de nuestro entorno, soluciones más efectivas pero muy poco experimentadas en nuestro país.
El llamamiento que hice en el post que fue primera parte de este, lo materialicé en un correo que dirigí con el mismo texto a más de cincuenta bancos de tiempo, y hasta la fecha sólo han contestado siete de ellos (gracias a todos vosotros, os escribiré uno a uno); de sus comentarios resaltaría la idea que los bancos de tiempo no son en ningún caso oficinas de empleo – es de hecho uno de los malentendidos más habituales que nos podemos encontrar en los bancos de tiempo en ese primer contacto que se establece con el interesado – por lo que queda claro que no pueden en ningún caso ser una solución efectiva al problema del desempleo; y la necesidad de que los bancos de tiempo puedan tener algún cauce para comunicarse o para poder actuar juntos, de la misma manera que sucede en otros países como Francia o Italia, y poder de esta manera tener una única voz ante la sociedad, lo que permitiría llamamientos de este tipo. No obstante la propia idiosincrasia de los bancos de tiempo como experiencias locales, en ocasiones exclusivos servicios municipales muy lejanos de otros planteamientos que no sean los políticos, o bien bancos de tiempo creados por colectivos cercanos a la ciudadanía y con un mayor compromiso con la sociedad, lo pueden convertir en una ardua tarea.
Pero ese compromiso que solicité no creo deba quedar en balde – recordad que estamos hablando de PLENO TRABAJO, no de pleno empleo (aclaraba en el mismo post la diferencia entre trabajo y empleo), pues todos conocemos que los bancos de tiempo pueden convertirse en verdaderos yacimientos de empleo si están bien gestionados y se complementan con iniciativas más imaginativas como el trueque o las monedas sociales; quede pues una llamada a aquel banco de tiempo que quiera ir más allá, contará con toda mi ayuda para ello y de seguro de algún otro entusiasta del blog.
Me gustaria incluir este articulo que se publico en nuestro Banco del Tiempo al inicio del mismo:
ResponderEliminarTodos estamos acostumbrados a Dar un poco de nosotros (dedicando nuestro tiempo a amigos, a la familia, a la sociedad) nos sale innato y nos sentimos bien cuando lo hacemos, pero...
¿Sabemos Recibir en la misma medida que sabemos Dar?
Cuando alguien entra en el Banco del tiempo, tiene que Dar y Recibir.
Compartir dentro de los grupos o ambientes que nos movemos, nos resulta fácil, lo complicado es dar y recibir de las personas a las que no nos une ningún tipo de sentimiento, lucha o intereses comunes, quizás desconocidos de la misma escalera y que por el modo en que vivimos vamos perdiendo ese contacto que años atrás era tan común, el tiempo o mejor dicho la falta de el, es el que a veces nos hace distanciarnos.
Desde aquí queremos que ese tiempo, tan valioso que todos tenemos, sea una forma de compartir, de Dar y Recibir, nos ayudara a valorar lo que sabemos hacer, que en muchas ocasiones no le damos importancia porque para nosotros es normal o no nos hemos parado a pensar que seguro que a otros le puede ayudar y a su vez valoraremos mas lo que nos hacen si lo necesitamos, cuando damos valor a lo que damos y recibimos emerge el respeto, con el respeto nace la tolerancia, y siendo tolerantes sabemos convivir en armonía con el resto de nuestros vecinos y el valor de lo que das y recibes es el mismo...
LA HORA empleada en el trabajo que realiza.
Si entras en el Banco del Tiempo tienes que Dar.. esas cosas que seguro sabes hacer y no le das importancia, subir el bajo aun pantalón, montar muebles prefabricados, quizás esas exquisitas tortillas de patatas, ¿que tu sabes dibujar comic? perfecto... o me enseñas a jugar a la petanca, o ha hacer punto de media.. y un longísimo etc..
Piensa... ¿Cuantas cosas sabes hacer?
Por otro lado tienes que Recibir, ¿No te gustaría saber como se hace un graffiti? Quizás así aprendamos a valorarlo mas, aprender unos cuantos pasos de la danza del vientre para quedarnos con el personal en una fiesta, o quizás esa canción en ingles que nos gusta tanto y no sabemos que dice... y como la economía anda tan por lo suelos, quizás necesitemos ayuda para un examen, para cambiar un enchufe, alguien que nos lleve la compra a casa porque estamos mal de las piernas o la espalda, ¿que hoy te apetece ir al cine con tu pareja y no sabes donde dejar al niño?
¿Cuantas cosas necesitas o te gustaría saber y por falta de dinero o por no pedir favores, te quedas sin ellas?
Desde aquí no vamos a edificar casas, ni hacer grandes maestros, desde aquí solo queremos ayudarnos mutuamente.