Este pasado lunes día 21 tuve la oportunidad de visitar el Banco de Tiempo de Valladolid, del que tanto me he referido en anteriores post y del que ya no podía sino acercarme para conocer “in situ” cómo se gestiona tan bien un banco de tiempo.
Y allí estaba sentado al frente de todo Juan Manuel Primo Cebrián, con el que pasé una agradable mañana explicándome él sobre el banco de tiempo de Valladolid y yo sobre mi libro, porque la tarea era también para él en formato de entrevista para la revista digital trimestral que ellos editan, ya por el número 5.
Algunas notas que tomé y que creo debo compartir: es un banco de tiempo municipal, su sede central se encuentra en un centro cívico de un barrio de Valladolid, la Victoria, si bien tienen dos sedes más en otros dos barrios que son más puntos de información y preinscripción; actualmente son 310 socios, lo que ya supone un problema para conocerlos a todos, y manejan las cuentas de los socios con un programa propio en Open Access, si bien quieren dar el salto a la red con un programa propio en breve; no permiten a sus socios ningún crédito inicial en las cuentas, para empezar hay que hacer un servicio (con excepciones); es necesario siempre dejar el talón del intercambio en el banco o en alguna sede, pero algunos socios se han aventurado a mandar los talones escaneados por correo electrónico, que también es válido; le dan mucha importancia a la dinamización del banco, a las relaciones entre las personas, y es por esto por lo que se involucran en numerosas actividades del barrio; tienen diferentes programas y actividades de dinamización como “la cuenta verde” (incluida en HERRAMIENTAS PARA BANCOS DE TIEMPO), “comparte cultura” (actividades en grupo donde el ponente o conferenciante cobra el tiempo que dure la actividad pero cada participante paga lo mismo, quedándose el banco con la diferencia para poder así pagar tareas que necesite el banco de sus socios), “el bingo del tiempo”, “el poder de la gente” (a partir del anuncio de TELECINCO del que hablamos en un anterior post), “espacio abierto” (donde se reunen todos los socios todos los sábados por la mañana) y el “pasalibros”, que es una idea muy sugerente de promoción de la lectura y del intercambio.
La visita fue en definitiva una delicia, gracias Juan Manuel y Beni por vuestra amabilidad, por la “sintonía” manifiesta que había entre nosotros y por gestionar uno de los bancos más dinámicos de nuestra geografía del google maps de los bancos de tiempo (mirad el post en el blog del BdT Valladolid, es la visión de la otra parte).
En diciembre hare un año en el BCT de valladolid.
ResponderEliminarEs una experiencia gratificante un grupo de nuevos amigos que van más alla del sucio dinero
martina nº 280