Kapital Truth es un
programa que sirve para crear una moneda social electrónica, especialmente útil
en un entorno educativo. Es una aplicación web y por tanto ejecuta en un
servidor web, pero acabamos de lanzar un simulador para que cualquiera pueda
entender mejor su funcionamiento, sin necesidad de instalar el programa en sí.
De momento, sólo en
español, este primer simulador es una maqueta reducida. Con él puedes, a un
mismo tiempo, ser todas las personas que lo usan, incluida su administración,
revelando de un solo vistazo las valoraciones y transferencias mutuas, cosa
que, por privacidad, por intimidad, nunca puede verse en el programa real.
Como ya contamos aquí eneste blog hace un año, Kapital Truth reparte dinero en función de valoraciones
mutuas cotidianas. Su respaldo se funda en una renovada confianza mutua. Desde
el oro o la sal, en la evolución histórica del dinero, supone una máxima
aquilatación, abstracción, porque las de Kapital Truth no son criptomonedas, no
posees en tus dispositivos un código "moneda", tan sólo un número en
tu pantalla de la cantidad de riqueza del total común social que hoy te
correspondería. Número que conocéis solamente tú y el administrador. No contempla
oxidaciones. Monetiza valores y comportamientos sociales, no privados, y
plantea así una reflexión sobre con qué otros valores y comportamientos se nos
monetiza hoy con dólares o euros, y con qué tiempos y modos. Uno de sus rasgos
es la estanqueidad de la cantidad de sus monedas. No crece su masa monetaria,
el Tesoro, de modo que aumentar la riqueza social de bienes, servicios e
intercambios supone mantener o bajar precios. Por simplicidad, no hay decimales
ni céntimos. Funciona entre personas que pueden llegar a tratarse en el mundo
real. Resulta ser una estupenda moneda educativa. Las opiniones mutuas del
alumnado, convertidas en monedas, retroalimentan sus mejores comportamientos
sociales.
En el simulador juegas a
poner posibles opiniones sobre un tablero cartesiano. Valoras con tres
intensidades: No cumple un buen valor, Sí lo cumple, Doble: lo cumple mucho. No
existe un botón-castigo. Después, al pulsar el botón Ejecutar reparto, se pone
en marcha el mecanismo por el que el mutuo aprecio se convierte en dinero,
¡pero nunca al revés! Hemos puesto una cantidad fija de cien monedas. Si no
hubiera suficientes para todos los méritos dados, el repartidor pasará
sucesivamente una "lima recortadora”, aquí sólo en el caso de cinco personas
y tres preguntas, todas sentenciadas al doble. En todo momento puede pagarse
una transferencia instantánea, por una asistencia educativa o en pago de algún
bien o servicio.
Como una canoa, un avión o
un autobús, sólo se mueve y tiene sentido cuando se llena de gente. Aquí puedes
jugar a conducirlo, y sabrás manejar el programa real.
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