LA EXPERIENCIA DEL BANCO DE TIEMPO DE TENERIFE Y SU MONEDA, EL TEMPUS (Colaboración de Alberto de Armas)
El Banco
de Tiempo de Tenerife nació a principios de 2010, contando con el apoyo de
Cemigras Las Palmas, un centro de estudios e iniciativas que promovía la
integración de inmigrantes y puso en marcha el primer banco de tiempo canario,
inicialmente orientado a mujeres. Gracias a los contactos mantenidos, un
conjunto de unas 25 personas del entramado asociativo tinerfeño, algunas que
habían trabajado previamente en iniciativas de LETS en los años 90, y otras que
conocían las experiencias de las Jornadas de la Asociación Salud y Familia en
Barcelona, decidieron poner en marcha esta iniciativa inicialmente en el ámbito
del Área Metropolitana Santa Cruz-Laguna y alrededores.
Actualmente
formamos parte de este proyecto 431 personas (unas 235 activas) y 10
asociaciones. Mensualmente intercambiamos productos y servicios por un valor
equivalente de unos 15.000 euros, pero lo hacemos con nuestra propia unidad
contable: el tempus, que equivale a una décima parte de la hora.
Los
componentes somos muy diversos, de edades entre 18 y casi 80 años,
aproximadamente un 65% de las personas asociadas son mujeres y un 35% hombres.
Un 37% son naturales de Tenerife, 10% del resto de Canarias, 16% peninsulares,
y el 37% restante de nacionalidad extranjera, mayoritariamente
latinoamericanas, pero también muchas europeas, y otras africanas, asiáticas…
en conjunto, de más de 20 nacionalidades.
¿Cómo
hemos llegado hasta aquí?
Al
principio fue difícil, éramos pocos, sin costumbre de trabajar juntos, sin
mucha experiencia en esto, sin unas reglas claras, y casi no disponíamos de
medios. Empleábamos centros públicos como espacio de encuentro, en los que
organizábamos reuniones de conocimiento mutuo, alguna fiesta, evento, charla…,
pero le poníamos tesón. El segundo año
nos prestaron un local amplio que nos ayudó a organizarnos mejor, allí
comenzamos con diversas actividades, entre otras, ferias de muestras, cursos y
talleres... Ya nos íbamos organizando, pero la sobrecarga de trabajo era grande
y no había continuidad en el trabajo.
El
tercer año la Caixa se quedó con el local que nos habían cedido y tuvimos que
irnos. Ben Magec, una asociación ecologista canaria, nos acogió. En esta fase
crecimos, empezamos a organizar mercadillos, estructuramos mejor el equipo y
comenzamos a sostener mediante crédito de la propia asociación una estructura
de gestión, mediante servicios ordinarios y extraordinarios al colectivo. Al
final de ese periodo se puso en marcha la página web y comenzamos a emplear la
red Cyclos.
2014 y
lo que va de 2015 ha sido un periodo de gran dinamismo y crecimiento. Ahora
disponemos de un nuevo local compartido en un antiguo instituto en La Laguna,
perteneciente al Ayuntamiento de dicha ciudad, que hoy es sede de muchas
asociaciones. Actualmente el Banco de Tiempo se extiende creando grupos locales
en otras zonas de la isla, establece relaciones de cooperación con otros bancos
de tiempo y monedas sociales, como el Orué de Valencia, y se ha involucrado en
la red internacional HourWorld, si bien todavía no se han realizado
intercambios en ese sentido.
La siguiente gráfica refleja la evolución de
los intercambios a lo largo de los años (contado en horas).
Inicialmente se
intercambiaban sobre todo servicios personales (clases, masajes, asesoramiento
informático, peluquería, cuidados y atención personal, gestiones, etc.).
Actualmente se ha diversificado mucho la oferta y la demanda, contándose con
muchos productos (productos de huerta, elaborados, comida preparada, intercambio
de todo tipo de bienes –incluso un piano, televisiones, ordenadores, etc.), y servicios (por ejemplo alquileres de pisos
de forma fija, mediante contratos en precario, o de casas o apartamentos para
vacaciones, albañilería, servicios médicos, abogados, arquitectos, etc.).
El modelo se
basa en contraprestaciones persona a persona o persona-colectivo. Ahora estamos
estudiando desarrollar otras fórmulas que permitan la relación entre personas y
asociaciones por un lado, con empresas, profesionales, comerciantes, por otra,
pero esto debemos hacerlo atendiendo a los requerimientos legales y de una
manera equilibrada.
También creemos
que el colectivo está maduro para abrirnos al trabajo en red con otras
asociaciones, realizar inversiones en proyectos que beneficien a la comunidad,
como puede ser un proyecto a nuestro alcance de extensión de servicios de salud
y atención social, el fomento de circuitos cortos de producción y consumo
agroecológico, o servicios educativos.
Todo depende de
la consciencia acerca de nuestras capacidades y posibilidades, y de la
confianza que pongamos en el trabajar juntas.
Para contactar
con nosotr@s:
Tels: 661 181 235 / 616 629 161
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